Energía máxima

Fue una gran jornada la del viernes pasado, día 18 de diciembre, en la Sala Stereo de Alicante, sí señores y señoras. La crónica se ha hecho esperar algo más de lo que tenía pensado, pero aquí está. Tenía lugar en dicha fecha el concierto de los vascos Belako, con la actuación de la banda alicantina Yosefhine, con la promoción de bandas locales habitual en la sala.

Empezó, como decía, con los alicantinos Yosefhine para ir abriendo boca. Me parecieron muy bien ubicados, aunque lo de actuar los primeros fuera circunstancial, ya que su música era muy ambiental, empezando por la pieza instrumental con la que dieron comienzo al concierto. Quizá sea una impresión personal, pero su sonido me recordó, por momentos, al menos, a grupos indie de los años noventa. Cualquier atisbo de esa época me pone nostálgica, así que empezaron con buen pie. La peor parte del concierto fue su falta de expresividad e inmovilidad en el escenario. Eché en falta más conexión con el público, y más teniendo en cuenta lo que vendría después.

Brutal, apoteósico, descomunal… Se me agotan los adjetivos para definir el concierto de los chicos de Belako. Empezaron con una fuerza imponente a descargar sus riffs y la voz desgarrada de su cantante nos rompió por dentro a nosotros. Dejaron claro que no venían a darse un paseo desde el minuto uno. Con una conexión muy especial con el público, al que animaban a menudo, fueron desgranando sus temas, en su gran mayoría bailables y pegadizos, aunque también hubo momentos para canciones algo más ligeras. He de decir que ha sido la vez que he alucinado más con un directo, quizás desde el concierto de Kitai, en la misma sala, en diciembre de 2014. Una de las pocas veces que he vivido cómo uno de los miembros del grupo se lanzaba al público, con la adrenalina del momento, y que más he visto al público saltar como loco durante horas casi sin parar. Poco más creo que puedo añadir. Me rendí a sus pies nada más empezar. De esos grupos que, sin ningún lugar a dudas, convencen en directo. 

Hago mi apuesta desde este momento para años venideros, ahora que este año 2015 toca a su fin, como ya hice con los anteriormente mencionados por estas fechas. Estos jóvenes (porque lo son, y mucho) están sobradamente preparados y nos van a dar mucha guerra. Avisados quedáis.

Va de festivales

Me asomo a este rincón para hablar de lo grande que fue el fin de semana pasado, en el Festival de Terror de Alicante, en IFA. Contaba con actividades muy variadas, además de las proyecciones, de cortometrajes y largometrajes nacionales del género, como charlas, mesas redondas, conciertos, talleres, una zombie walk, zona gamer, exposiciones, stands....

La presentación del Festival tuvo lugar el miércoles pasado, día 15, a las 11:30, en el fórum de la FNAC. Presentada por su organizador, Conrad Son, se proyectó el trailer promocional y se presentaron las actividades que se iban a realizar, además de contar con cosplays de personajes terroríficos y de estilo steampunk y bélico.

Como decía, el Festival de Terror de Alicante tuvo lugar durante todo el fin de semana pasado, desde el viernes 17 hasta el domingo 18 de abril, en el recinto de IFA. Un festival que pretendía ser un punto de encuentro y nexo de unión con otros festivales de terror de la provincia, como el Suspiria Fest y Navidades sangrientas y de asociaciones relacionadas con el mundo fantástico y el terror, como Yo soy fan de Reanimator.

En las sesiones de cine se dió cabida a la presentación de cortometrajes y largomentrajes nacionales y locales. Dentro de la sección alicantina, con autores como Manolito Motosierra, conocido en la provincia por sus filmes gore, que presentó sus largos "Jodidos cabrones", "Carnívoros" y "Corpse Grinders 3", Luis Laza, con "4H Moira",  "La apuesta", de David Valero o "La leyenda del ladrón del árbol de los colgados", de Sami Natsheh, realizador alicantino que estuvo nominado a los premios Goya como mejor cortometraje de animación en el año 2009 por "Spaguetti Western".

Pero no sólo de cine vivía el festival. También se pudieron ver espectáculos, de fakires, como el de Mysterious Crew. Un espectáculo realmente curioso y llamativo, que tuvo la sala prácticamente llena en varias de sus muestras; hubo presentaciones de libros, como "Costantemente amenazados", de Abel Vidal o "Antiquias, el último romano", de Jorge Cuesta; mesas redondas como la del estado del cine de terror en España ("Cómo producir terror y no morir en el intento"), talleres como el de maquillaje, sobre cómo crear un zombie de forma profesional en casa, a cargo de la escuela de maquillaje AQ Arriero & Quetglass, ganadores del Goya al Mejor Maquillaje de la última edición, por "Musarañas"o el de la aplicación de cómic electrónico para IOS y Android, por Kokhe Saeba Takashi o el de introducción a la ilustración, a cargo de Rubén Aniorte, autor del poster del festival. Por otro lado, el recinto contaba con varias exposiciones temáticas, como la de cartelería de los 80's o la de Zona Z, de Salvador Sarabia. También había actividades alternativas como una zona gamer, con videojuegos de terror a disposición de los visitantes y juegos de rol y airsoft.

Destacaría proyecciones como la de trailers chungos y de la película "Doctor of the Living Dead", de Charles Abi Enongchong, ambos presentados por José Viruete y Armabot, componentes del podcast "Campamento Krypton", como una muestra de lo que se puede visionar en la muestra madrileña de la "Monstrua", de cine bizarro. Un punto muy a favor del festival contar con la presencia y la colaboración en varias de las actividades, como maestro de ceremonias, de José Viruete, referente de la cultura pop en internet y que le dió un toque distinto necesario. Por otro lado, también destacaría la promoción de los realizadores alicantinos y la promoción del festival en sí. Bastante currada esa parte. Como puntos negativos, ciertos errores en la organización, con horarios, etc.

También me gustaría destacar los stands, en los que había bastante variedad de material para elegir y donde el trato personal era exquisito, especialmente el de "Otros mundos" y "La cabra loca".

En resumen, me lo pasé tremendamente bien en el Festival. Incluso me faltó tiempo para probar algunas actividades que me hubiesen apetecido, al centrarme en unas áreas u otras. Por otro lado, siempre es agradable interactuar con todo tipo de gente que se puede encontrar allí. Se lo recomendaría a quien no haya podido asistir en esta edición. Y espero que se enmenden algunos fallos en próximas ediciones, que espero que las haya.